lunes, octubre 13, 2008

Van

Tu atmósfera viciada refugia
a estos refugiados del ahora:
viajeros en el eter caminando entre sus almas,
maquinarias a carbón procesando el combustible.
El paisaje se transforma alrededor
mientras, en la terraza, un torbellino.
Sentidos que se expanden y bifurcan
atravesando parajes que componen sus destinos.

Tu mano arremolina el cabello en mi nuca,
tus ojos fijos en la cima de aquel monte
que hace de base a esa alfombra perenne,
que hace de filtro a ese océano de aire
que a la vez le da sustento a mis pulmones,
que se encargan de la maquinaria encargada
de ese fuego que se enciende junto a tu oído.
Sensor que escucha en los parlantes la historia de otros dos,
que tanto se parecen a mi y a vos.
Y a ella y a él nos parecemos al no perecer.

Y extraña extraña a su extraño...
Y sin embargo va sentada a su lado.
Y al lado de cada lado también ve sus ojos.
Extraña, no tan extraña, sabe bien donde van sus dedos
que al enredar, enredan más que mi pelo.
Más que mi piel y mis labios, más que mi cuerpo y deseos,
más que eso qué no se nombrar, eso que nombra y define.

A través del parabrisas el camino, y a través del parlante, samba.
Y a través de ese samba llega un sonido a pequeña campana.
Desde la blanca ventana un 'te extraño', tus deseos a través de la fibra,
tu rostro transformado en luz, inmovil tu sonrisa, inmovil mi boca entreabierta.
Mis ojos sobre los tuyos y vos también mirando, y vos también viniendo.
No tengas miedo que de acá todos se fueron. No todos se fueron, no vos.
Y si no venís, voy yo...
a entregarle mi nuca a tus dedos, mis dedos a tu piel.
A tus labios los míos, a esta imagen su merecido tacto.

En van, y a través del parabrisas el camino,
y al final del camino ellos.
En su tacto los labios que hace ya rato sintió.
En su nuca la caricia, su mano en sobre la delgada rodilla.
Por la ventana otra vida.

viernes, agosto 01, 2008

Sunshine smile



As you float through the air
and land on my backyard
merciful thoughts possess my mind,
I can see that sunshine.

Leaves fly around till they find
a place in where they feel at ease.

Since we are born we feel
so let feel be the rule to follow,
let the dance be guided through our feeling groove,
let a smile be sound and light, and soul.

That you carry is beauty itself,
cannot be touched, cannot be measured.
Be and just be, for all it needs is air
to use as a carrier straight to my eyes.

And I'm the juglar and the lover,
akind any flesh around.
But it's a well seasoned one,
beating life lays beneath this skin.

And as I'll be alive I'll search
and try to reach the way to tune myself
to my spirits directions.
Not too far, sun shines on a smile.

sábado, mayo 31, 2008

Under the influence


Es rara la nostalgia. Uno extraña y nunca sabe por qué. O si sabe, pero no quiere tener esa mochila a cuestas. Como dice Drexler, un respiro se le pide a la hermana duda, una tregua. Tan oportuna y tan a destiempo es tu aparición. No intento confundir, no intento plantear nada aparte. Quiero ser parte de esa parte que no sabe hacia donde se dirige. Quiero ser una extremidad del cuerpo perdido en el tiempo y el espacio, del cuerpo que intenta saber que su camino es el propicio, pero que siempre deja el espacio para otra salida. Intento saber el por qué del pensar, el por qué de ser quien busca su espacio, pero eso no es explicable, solo es.
Buscar es en vano, no estás. Se siente la nostalgia, verás como en el tiempo perdura el lazo. Verás que estoy sin siquiera estar. Como vos estás aunque no lea tu saludo.

domingo, marzo 02, 2008

Vino por mi

Hay cosas que tienen que hacerse. No se pueden pasar por alto jamás. Son cosas que pueden costar mucho, pero todo costo está para ser cubierto. Uno es uno en si mismo y no puede buscar ser uno en dos. Es una forma de crecer, de aprender que cosas tienen que darse para completar lo no terminado. Uno juega con el tiempo, contra sus problemas e intenta resolver. Y es que a veces solo falta bailar una vez más. Sentir ese río de vida corriendo por las venas. Pedirle que se quede y encontrarse siendo mucho más uno mismo. Nadie quiere la soledad, y muchos la quieren para si mismo. Dame un poco. Dame un poco de esa soledad que hace amado al mundo. No quiero pasarte por alto. Qué hombre te pasaría por alto? Y todo se derrite frente a mis ojos, y algo adentro ve por donde seguir. Es hermoso ver llover ciertos días. Las hojas del jardín se entregan a su sueño cubiertas de gotas. Un siervo, un tribal y cosas que resolver.

martes, febrero 19, 2008

Fuga fugaz

Con los piés y la blonda cabellera colgando de su hamaca paraguaya, colgada entre dos palmeras descansa mientras toma un pequeño sorbo de la pajita que sobresale apenas del collins. Desde alguno de los bungalows que decoran la arena se escuchan salir las notas rabiosas de la trompeta de Satchmo. El blanco del suelo se mezcla con la espuma, perdiéndose en un verde azulino que se extiende hasta el horizonte. El sol que acaricia gentilmente su piel hoy no quiere ser compartido, basta una mirada fugaz para entender que no hay otra huella sobre la arena. Toma otro pequeño trago pero el nivel no parece descender en el vaso. Gusto dulce, a caribe y a verano, a ananá o pera, o incluso banana. De pronto intenta seguir pero ya no puede, no puede más imaginar una vista distinta a la del monitor que reclama continuar con su trabajo. Fuga fugaz, ni siquiera fuga. El sueño tampoco ayuda y dice que no le da. Yo se que si le da, lo que no da es el tiempo. De todas maneras es suficiente como para haber llevado la cabeza de paseo un rato.

jueves, febrero 07, 2008

No estar ni ser

Perdido. Caetano en inglés haciendo Jokerman. La cabeza gacha cargando una inmensa bola de nada, las ganas mirando desde lejos sin querer acercarse. Se siente en la noche o durante el día sin distinción alguna. Nada. La sonrisa con las ganas, con los ánimos. Escribo por escribir, y no se siquiera que quiero escribir. Escribo para descargar, el mundo desaparece alrededor y me encuentro en un espacio blanco sin saber cómo descargar. Los ídolos desaparecen uno a uno. Una prensa en la nuez, nada pasa. Nada sale tampoco, las fuerzas son pocas hasta para salar las mejillas. Todos dicen lo mismo, pero y si no quiero eso? Y si necesito que me hagan correr, que me alimenten con vida la vida? Si necesito estar en pelotas un rato mientras busco lo que se me perdió? El cemento aplasta el alma, la distancia se sufre. La distancia, la distancia se vuelve enorme. Duermo y no descanso. Miro y no miro, siempre al horizonte. Mi amigo Nacho ha muerto y lo extraño y, por más que busque, así no puedo encontrarlo.

Chega de saudade

Tom Jobim (música) e Vinícius de Moraes (letra)



Vai minha tristeza
E diz a ela que sem ela não pode ser
Diz-lhe numa prece
Que ela regresse
Porque eu não posso mais sofrer

Chega de saudade
A realidade é que sem ela
Não há paz não há beleza
É só tristeza e a melancolia
Que não sai de mim
Não sai de mim
Não sai

Mas, se ela voltar
Se ela voltar que coisa linda!
Que coisa louca!
Pois há menos peixinhos a nadar no mar
Do que os beijinhos
Que eu darei na sua boca

Dentro dos meus braços, os abraços
Hão de ser milhões de abraços
Apertado assim, colado assim, calado assim,
Abraços e beijinhos e carinhos sem ter fim

Que é pra acabar com esse negócio
De você viver sem mim
Não quero mais esse negócio
De você longe de mim
Vamos deixar esse negócio
De você viver sem mim

martes, enero 15, 2008

Luz que ilumina el salto

Unas violas chillan de fondo, de dolor o de placer, da lo mismo. La melodía inexistente de la voz en esta grabación resuena en mi cabeza como si todavía estuviera frente al micrófono en la sala. Es fascinante como los años le agregan percepciones a nuestros sentidos. Sonidos que antes no estaban empiezan a surgir de temas que ya tenemos por demás conocidos. Y ahí está ese grito otra vez! Soy a la vez víctima y victimario de mi afinidad al botón de repeat. O será que hay cosas para las cuales una vez sola es demasiado poco? Esos estímulos ante los que al cerrar los ojos uno puede sentir el alma salir por los poros de la espalda, el pecho y los brazos. La piel toma la textura de la de una gallina desplumada, cediendo con recelo a la salida de esta alma que se queda rodeándonos a unos cinco o diez centímetros del cuerpo. Esto que nos transporta no está lejos del efecto de algún otro estímulo brindado por la madre naturaleza. Y si el estímulo continúa un poco más (otro repeat, tal vez), el pecho sigue inflándose como queriendo estallar y desde la boca del estómago un violento aunque cálido e invisible rayo de luz sale dirigido hacia arriba abriendo la coronilla como una flor. Inmediatamente se genera una reacción en cadena y cada una de esas montañitas que formaban la piel estalla dejando salir a su vez miles de rayos más pequeños que atraviesan el alma y se pierden en el infinito. Los ojos ya están inevitablemente cerrados. Las imágenes empiezan a sucederse en la cabeza. Un hombre corre al límite de su velocidad sobre la terraza del edificio más alto de la ciudad. Al acercarse al borde aprieta los ojos y pega un salto con toda su fuerza. Las manos le tiemblan incontenibles, estira sus brazos y comienza a caer. Desde una ventana su jefe lo ve pasar hacia abajo por una milésima de segundo. Diez, veinte pisos quedan atrás antes de volver a abrir los ojos. El hombre se enrolla sobre si mismo como un bicho bolita al protegerse, los músculos se le tensan a más no poder. De pronto, y acompañando el movimiento con un grito (de dolor o de placer, da lo mismo) se libera de su posición fetal estirando su cuerpo, como deseando tocar la punta de sus pies con la de sus manos, pero alrededor del mundo. Es en ese momento que la caída se interrumpe y el hombre se libera de otra de las ataduras impuestas por su cultura (No reirás! Reír invoca al demonio). Por algunos segundos, absorto pero consciente, observa sus extremidades; ya relajado se analiza, se repiensa, decide. Desde el tercer y cuarto piso la gente ve flotar a un hombre por sobre la calle, casi a la altura de sus ojos. Algunos lo señalan y se persignan, otros sucumben ante el poder de la negación y pierden el conocimiento. Desde el fondo, el hombre que piensa al hombre, sentado aún en su escritorio, lo piensa volar. Los chismosos en la ventana, los que aún se animan a mirar, levantan su vista siguiendo al hombre, y el hombre que piensa al hombre desactiva el repeat. Seguirá otro tema y un poco de trabajo. El bajo se acopla con la viola, unos gritos más y después silencio. Abrá que ver que disco poner ahora.