Lila
No quiero pretender ser quien cuenta esta historia, pero aquí me tienen frente al teclado. A merced de mis deseos de contar quedan los ojos de aquel que quiera seguir leyendo -ceder libertad en acuerdo mutuo. Y porque mucho de este contar va a ser obra de aquel a quién se le está contando, sepan también llevarse mi agradecimiento.
Se encuentra uno mirando a través de los ojos de un personaje común. Bicicleta, cortos, riñonera al hombro. La ciudad avanza hacia atrás mientras la bicicleta parece mantenerse siempre en el mismo punto. A la derecha pasa el río, más allá las islas y luego el mar. Acostada en la playa, más allá de las islas, imagina una mujer ser uno de los personajes del libro que ocupa sus manos. La brisa en la frente de ambos ameniza el calor, más abundante que algunos años atrás, cuándo se sitúa temporalmente el libro. En los auriculares de nuestro ciclista pasa la misma música que hace de soundtrack en las imágenes que el libro genera en ella. Él, de cortos y riñonera al hombro, pasea por la playa a su lado en medio de una charla un poco sobre todo. Una tela de colores casi llega a rodearle la cintura, dejando una de sus piernas en la tarea de fomentar su imaginación. El pelo atado alto con un pañuelo lila baila entre aquella misma brisa. Ambos llevan la marca de la vida. Los elementos se acomodan en esa hermosa espalda debajo del pañuelo danzante; en su pierna él lleva su guía. Se han visto libres del tiempo y del espacio, han visto al eco trascender. Han visto mar y río; plazas y copas, y más de un atardecer. Una vez más ella lo ve subir a su bicicleta y alejarse. Las marcas de sus pies siguen en la arena mientras ella, acostada, tapa parte de su vista donde juegan las olas con las hojas de un libro. Las páginas pasan mientras tararea un tema que, un poco más allá, sale por los auriculares de un flaco de cortos. Un pañuelo violeta se divierte bailando en la brisa.
2 comentarios:
Lila, es eso que no puede ser sino nuestro deseo. Lila es esa realidad que creemos construir y como nuestras pisadas en la arena están condenadas a la desaparición y la regeneración constante. Lila es la vida misma viviendonos. Lila es el amor que mientras más lo buscamos menos se nos otorga. Lila es bailar la vida con un lienzo y pinturas acrílicas.
Lila es ese recuerdo que nos hace humanos.
Lila es la posibilidad de vernos ser feliz.
Gracias, amigo por regalarnos tus percepciones.
muy buen relato, dan ganas de irse de vacaciones.
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