El ojo de shiva
What a whoooole lotta loveeee. What a whoooole lotta loveeee. PLAFF! Puteo, abro los ojos, risas y llegamos. 12 pies en fila hacia el mercadito. Llevá más vino dice el sensei, pero no le hacemos caso: más tarde sabremos pagar el desacato con sed. Ya en nuestro destino, la cosa se ordena y arranca el fuego. Quedamos esta vez en no ser Mordor. Salen las cartas y arranca el otro fuego. Mientras tanto, valido de una imprescindible herramienta suiza, separo los panes al medio. Tomad y comed, pues este es el cuerpo de Dios. O no es una buena forma de adquirir el concepto de Dios? En la espera, el alimento se acuesta a broncearse, vigilado por uno de los camaradas. Deliveramos, el sensei tiene razón, vamos por más sangre. La excursión arranca en compañía de dos hermanos primerizos. Una cuadra, dos cuadras, PLAFF!. Las puntas de mis dedos se abren, la cabeza descapota, y ya no hay exterior e interior, solo HAY. "Ven el cambio en la sensación de profundidad?" Sirve para ambos sentidos de la oración. Salgo por mis ojos y entro por los del otro, llego al alma, me mezclo, salgo otra vez o no salgo más. Un halo de paz desciende y un árbol se convierte en sonrisa. Llegamos y las persianas están bajas, pero que importa? El paseo dió otra vuelta de tuerca, el objetivo cambió, y la piel sigue reduciendo su espesor para ayudar la conexión. Sigue el camino y en un momento STOP, y el tiempo se para... el movimiento rebota. Todo depende de uno, todo es uno. It's all the same fuckin' day, man! Y el legado de Alberto continua por horas, días, meses... lifetime. Y algunos lo ven, y algunos lo huelen. Y todos sienten su humanidad. Y, PLAFF!, estás vivo.
2 comentarios:
Estamos vivos. Y en contacto.
It's all the same fuckin' day, man!
Ando con ganas de mirar al tercer ojo de Shiva... o por lo menos de tomar unos mates con vos... abrazo!
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