martes, noviembre 22, 2011

Camino con un Sol

El morro moja sus pies en la espuma del océano, sobre su empeine de arena blanca descansa un Sol: piel de pétalos y bronce, esencia de amapolas, sus cabellos como una hiedra serpenteante me atrapan y mis ojos se encuentran con la tinta al bajar por su espalda. Brilla y descansa ante mi, la observo desde el morro y el morro también observa: sus piernas me atraviesan, su música acaricia en suave brisa, mi mente dibuja sus pechos bajo mi lengua... el mar celebra su brillar en continua reverencia y ella brilla y descansa. Al bajar del morro me ve, su rostro se enfrenta al mío, húmedas perlas me saludan desde su sonreír. El beso sabe a cachaça fresca, a sal marina y abacaxí. Su mano en mi pecho enciende mi luz, y juntos brillamos siguiendo el camino que el morro y el mar observan.

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